¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria de la piel que puede presentar diversos grados de severidad. Desde la tendencia a tener la cara roja, la presencia de pequeñas “venitas” conocidas como telangiectasias, hasta la presencia de lesiones inflamatorias, que en ocasiones pueden dejar deformaciones permanentes. En la rosácea también es muy frecuente la afectación de los ojos.
¿Por qué aparece la rosácea?
El principal factor es la predisposición genética, que condiciona una mayor sensibilidad de la piel ante determinados estímulos que desencadenarán la inflamación, tales como el calor, el sol, el alcohol, las comidas picantes, las emociones o algunos medicamentos.
¿Cómo se trata la rosácea?
El tratamiento de la rosácea debe ser individualizado, adaptándose al tipo de lesión, la gravedad, la extensión y las peculiaridades de cada paciente como la edad, las comorbilidades o la afectación psicológica. Las opciones terapéuticas son muy variadas. En estadíos iniciales la evitación de factores desencadenantes, así como el uso de productos tópicos adecuados puede ser suficiente. Las lesiones inflamatorias pueden requerir del uso de antibióticos tópicos o sistémicos. La presencia de abundante componente vascular, hace de la rosácea una enfermedad susceptible de mejorar con la utilización de láseres vasculares como el Neodimio:YAG o el láser de colorante pulsado.